La Guitarra del Tiempo Cedar de Ramírez, con su construcción de larga duración, da testimonio de la artesanía tradicional de la guitarra española y cautiva con un sonido único y con carácter. La guitarra de concierto totalmente maciza está equipada con maderas tonales seleccionadas que se adaptan con devoción entre sí. Así, el instrumento desarrolla un sonido excepcionalmente transparente que se desvanece de forma duradera en los sobretonos. El amplio diapasón ofrece al intérprete una notable cantidad de espacio en los 18 trastes, de modo que incluso las digitaciones complejas pueden tocarse con limpieza. A ello contribuye también el pronunciado perfil en "D" del mástil. El clavijero está equipado con afinadores clásicos de oro, que permiten una afinación precisa de las cuerdas y se integran perfectamente en el aspecto general. El aspecto de la guitarra se completa con un elaborado trabajo de incrustación y, por último, pero no menos importante, con el noble acabado de alto brillo. El volumen de suministro incluye un robusto estuche.
Para que la guitarra produzca un sonido rico, la tapa es de cedro. Esta madera de grano grueso enriquece cada nota con una agradable calidez que se aprecia claramente en las frecuencias medias y agudas. El cuerpo de palosanto de India completa el conjunto con unas expresivas frecuencias graves que crean un amplio tapiz sonoro. El mástil de cedro, por su parte, proporciona un tacto cómodo y se adapta bien al músico con su amplio diapasón de ébano.
Una selleta compensada y una cejuela de hueso de 53 mm de ancho garantizan una entonación limpia en toda la longitud de escala de 650 mm. Al mismo tiempo, los afinadores dorados garantizan una afinación precisa de las 6 cuerdas de nailon, que están anudadas a un puente de palisandro. La tapa armónica está rodeada de un ribete en forma de mosaico, que se combina con gusto con la amplia roseta de la boca y el soporte del puente, y que resalta con buen gusto el grano uniforme de las maderas utilizadas.